El contrabajo es un instrumento musical de cuerda frotada de tesitura grave. Suele tener cuatro cuerdas. El músico que toca el contrabajo recibe el nombre de contrabajista.
En otros instrumentos de la familia del contrabajo, como el violín, la viola, el violonchelo y el octabajo, las cuerdas se afinan por quintas ascendentes. En el contrabajo se afinan por cuartas ascendentes: mi-la-re-sol.
Es el segundo mayor y más grave de los instrumentos cordófonos. El más grave de todos es el octabajo, que da sonidos dos octavas más graves aún.
Por razón de su tesitura grave, hasta tiempos relativamente recientes muy pocas veces se usaba el contrabajo como solista. El primer contrabajista virtuoso fue Domenico Dragonetti; el segundo, Giovanni Bottesini.
El sonido del contrabajo se produce por la vibración de las cuerdas al ser frotadas con un arco, aunque puede también producirse pulsándolas con las yemas de los dedos, al modo del bajo eléctrico o el tololoche, técnica que recibe el nombre de pizzicato o pellizco.
Se toca apoyándolo en el suelo igual que el violonchelo, mas a diferencia de aquel, que se toca sentado, el contrabajo se suele tocar de pie, dado su mayor tamaño.