
FANNY MENDELSSOHN: Canciones (Arr. Tal-Haim Samnon)
Die Mainacht nº6, Op.9: Dämmrung Senkte Sich von Oben
Die Frühe Gräber nº 6, Op.1: Gondellied
FELIX MENDELSSOHN: Obertura Las hébridas, Op. 26 “La cueva de Fingal”
FELIX MENDELSSOHN: Infelice! Giá dal mio sguardo, Scena Drammatica, Op.94
FELIX MENDELSSOHN: Sinfonía nº2, en Sib Mayor, Op.52 “Lobgesang”
Soprano: Chen Reiss (Artista residente en la presente temporada)
Soprano: Auxiliadora Toledano
Tenor: Filip Filipović
Coro del Teatro de la Maestranza
Director de coro: Íñigo Sampil
Director: Lucas Macías
Notas al programa
A lo largo de la historia de la música, la naturaleza no ha sido solo un recurso estético, sino también
un reflejo profundo del alma humana. Ya a comienzos del siglo XIX, obras como la Sinfonía
«Pastoral» de Beethoven anticipaban la importancia que paisajes y fenómenos naturales tendrían
para toda una generación futura.
Fanny y Felix Mendelssohn no fueron ajenos a ese impulso. Para ambos, la naturaleza fue una
especie de interlocutor silencioso: Fanny Mendelssohn encontró en el paisaje nocturno la inspiración para Die Mainacht, nº 6, Op. 9 —«La noche de mayo»—, un Lied de atmósfera melancólica, sostenida por un poco habitual hipercompás triple que logra hacer flotar la música.
Algo similar sucede en Gondellied, nº 6, Op. 1 —«Canción de góndola»—, donde el suave balanceo de una embarcación veneciana se convierte en metáfora sonora de una flotabilidad serena y continua. Esa misma imagen ondulante marcó profundamente a Felix Mendelssohn durante un viaje a Escocia en 1829. La visita a la Gruta de Fingal inspiró su Obertura Las Hébridas, Op. 26, una obra cargada de simbolismo musical, donde las oscilaciones del mar, se funden con el eco cavernoso de la monumental formación geológica.
El mar, también símbolo de pérdida, nos conduce a Infelice! —basada en textos de Metastasio— y, de ahí, a su Sinfonía nº 2, Op. 52, concebida para conmemorar los 400 años de invención de la
imprenta, culmina con un himno coral que celebra la luz del conocimiento como puente entre el ser
humano y la historia.
Juan Velázquez.-