
LUDWIG van BEETHOVEN: Obertura Egmont, Op.84
BÉLA BARTÓK: Concierto para piano nº 2, en Sol mayor, BB101
PIOTR ILICH CHAIKÓVSKI: Sinfonía nº 5, en Mi menor, Op. 64
Piano: Juan Pérez Floristán
Director: György Györiványi Ráth
Notas al programa
Compuesta en 1810, Egmont es música incidental para la tragedia de Goethe sobre el conde de Egmont, héroe de los Países Bajos, ejecutado tras su enfrentamiento con el duque de Alba. Beethoven escribe una obra poderosa y muy original, un resumen del drama desde la lenta introducción hasta la coda triunfal.
La acompañan dos obras maestras que representan perfectamente los siglos a los que corresponden: la modernidad del Concierto para piano nº 2 de Bartók y la expresividad romántica de la Quinta de Chaikóvski.
Bartók compuso tres conciertos para piano. En el Segundo, escrito entre 1930 y 1931, moderó las dificultades técnicas del Primero y emplea “unos materiales temáticos más agradables”. Estructurado en forma simétrica y con una original disposición instrumental en cada movimiento, se sitúa entre el virtuosismo extremo del anterior y la desnudez del siguiente. Con esta interpretación, Juan Pérez Floristán finaliza el ciclo que con tanta brillantez ha ido ofreciendo en las dos temporadas anteriores.
Las tres últimas sinfonías de Chaikóvski forman un ciclo de gran intensidad expresiva y emotiva. Compuesta en 1888, once años después de la Cuarta, las conexiones entre ambas son evidentes, destacando en la Quinta un fondo romántico contenido en una forma de equilibrio clásico. Plena de melodías bellas y exuberantes, incluye un leivmotiv con el tema del destino, relacionado con la Quinta beethoveniana, que acompaña el desarrollo de la sinfonía desde el comienzo sombrío hasta el vibrante colorido del final.
Juan Lamillar