Los Cuatro últimos lieder son el símbolo tardío del romanticismo musical,  la visión de una Europa devastada tras las guerras mundiales.  Escritas en 1948,   fue el editor Ernest Roth  el que dispuso orden y título del ciclo. ”Primavera”, “Septiembre” y “Al ir a dormir” se basan en poemas de Hermann Hesse, “El atardecer” en uno de Joseph von Eichendorff.  Strauss, fallecido en 1949, nos legó una música sublime que es a la vez despedida de la vida y aceptación serena de la muerte.

Si en las tres sinfonías anteriores Mahler emplea la voz humana,  en la Quinta prescinde de las palabras al componer una de sus obras más conocidas, escrita en los comienzos de su relación con Alma. Sus movimientos evolucionan desde la marcha fúnebre inicial hasta el rondó final y presentan variedad temática y  motivos populares. Su célebre Adagietto es un canto de amor, un regalo para su futura esposa.  Con la Quinta, comienza una nueva etapa creativa que culminará en la desolación de la Novena.

Juan Lamillar